domingo, 11 de abril de 2010

Pesadilla en Elm Street 3


(A Nightmare on Elm Street 3: Dreams Warriors) USA, 1987. 96m. C.
D.: Chuck Russell
I.: Heather Langenkamp. Craig Wasson, Patricia Arquette, Robert Englund


No resulta exagerado considerar esta tercera entrega de la saga protagonizada por el asesino onírico la más importante de la serie, incluso, me atrevería a decir, por delante de la cinta inaugural de Wes Craven. Por supuesto, nadie quiere quitarle méritos a la primera película, pero es muy posible que sin el cambio de rumbo emprendido por esta tercera parte la saga hubiera entrado en un estancamiento homologable al de sus compañeras de viaje (léase las respectivas series protagonizadas por Michael Myers y Jason Voorhees). La mayor novedad de Pesadilla en Elm Street 3 consiste en transformar el tono de la serie, prácticamente mutar de género, alejándose del horror para acercarse a la Dark Fantasy (de hecho, uno de los personajes es aficionado a los juegos de rol).

De esta manera, se potencia las escenas oníricas, explotando el componente irreal y surreal de las pesadillas, echando mano de todas las licencias que permite el pisar el terreno de los sueños: aquí Freddy adquiere más protagonismo que nunca, siendo cada una de sus apariciones todo un recital de poder y carisma, demostrando ser el Dios Absoluto de su Universo (como ya confesaba a Tina en
Pesdilla en Elm Street): ahí tenemos ese recital de transformismo, con Freddy convirtiendose en serpiente, aparato de televisor o, incluso, de turgente enfermera, surgida de los más húmedos sueños (concepto, por cierto, que se repetirá en la siguiente entrega, ya direcamente con una playmate); y sustituyendo el cavernoso humor negro por una socarronería compuesta de one-liners, siempre punteando cada aparición. Los sueños se convierten en auténticos tour de forces de imaginación, fantasía y horror (inolvidable la pesadilla que abre la película: un auténtico carrusel del terror, con Kristen huyendo a través de un sin fin de oscuros y tétricos pasillos, con el suelo transformandose en arenas movedizas, para acabar llegando al purgatorio de las almas en pena: una habitación llena de cadáveres ahorcados, a modo de macabros trofeos). Por supuesto, todo ello supone un mayor protagonismo de los efectos especiales, los cuales a partir de esta entrega, cada vez serán más espectaculares (aquí tenemos desde la utilización de animatronics a la pantalla azul, efectos de maquillaje y stop-motion). Justo es reconocer, llegados a este punto, el mérito de la por entonces pequeña productora New Line (que pasó de producir la elefantiásica El Señor de los Anillos a quebrar con La brújula dorada -lo que la fantasía heróica da, lo quita-), incrementando el presupuesto en cada entrega, permitiendo una mayor espectacularidad y sofisticación (todo lo contrario, de nuevo, que en las sagas de Halloween y Viernes 13).

Con motivo del estreno en España de
La nueva pesadilla de Wes Craven, un grupo de "Freddymaníacos" fueron encuestados sobre sus entregas favoritas. Hubo todo tipo de respuestas, claro, pero, sobre todo, una que destacó por mayoría absoluta sobre el resto de preferencias: "la uno y la tres". Como ya comentábamos al principio de la reseña de Pesadilla en Elm Streer 2. La venganza de Freddy, muchos aficionados consideran la tercera parte como la auténtica secuela del film original. Y, sin menospreciar la interesante aportación de Sholder, en cierta manera, tienen razón. Razón subrayada, además, con el regreso del propio Wes Craven, participando como productor y co-guionista, pero tambien al retomar los personajes de Nancy y su padre (de nuevo interpretados por Heather Langenkamp y John Saxon), desarrollando, por tanto, una continuidad directa con lo narrado en la primera entrega. Si la entrega anterior parecía casi un spin-off, una aventura alternativa, en esta, como manda toda secuela que se precie, se desarrollarán los personajes presentados en el film original: una de las mayores aportaciones consiste en desvelarnos el origen de Freddy, toda una retorcida historia que pretende potenciar la figura demoníaca de Krueger. También es importante la transformación de la casa de Nancy en materia iconográfica de las pesadillas: un caserón abandonado y en ruinas, convertido en la casa de Freddy: todo un paisaje recurrente para la saga, y que conecta a ésta con el sub-género de los caserones encantados (la presencia del fantasma de la madre de Krueger y la utilización de imaginería religiosa en contra de Freddy, conectan a tan moderno personaje con cierto clasicismo del cine de terror).

Pero quizás lo más sorprendente, paradójico, de
Pesadilla en Elm Street 3, sea que a la vez que supone ese acercamiento al cine fantástico, e incluso, a cierta concepción mainstream del personaje (la figura de Freedy Krueger como héroe adolescente nace aquí), la película dirigida por Chuck Russell (y en cuyo guión participó Frank Darabont, el después director de la, entre otras, afamada Cadena perpetua) sea la más salvaje y extrema hasta el momento: esa fractura generacional, tema vertebrador de la serie, se radicaliza aquí más que nunca: la acción tiene como escenario un hospital compuesto por adolescentes con tendencias suicidas. En realidad, ninguno de ellos ha intentado quitarse la vida, sino que ha sido Krueger. Los adultos no sólo no sirven de ayuda, de salvación, sino que incrementan el estado de peligro de los jóvenes (la doctora Simms, escéptica ante las peticiones de ayuda de sus jóvenes pacientes, reacia a creer sus fantasías; o la madre de Kristen, para quien los problemas de su hija sólo son una forma de llamar la atención). Ante este panorama desolador, los adolescentes se encuentran más solos que nunca, teniéndose únicamente los unos a los otros como apoyo (a la hora de dormir, se relevan en turnos de vigilia, para despestar al compañero dormido ante los primeros indicios de pesadilla). La llegada de Kristen (una joven Patricia Arquette), con su poder para introducir a varias personas en un mismo sueño, traerá algo de esperanza al grupo, descubriendo su habilidad para utilizar la materia moldeable de los sueños para hacer "realidad" aquello que más desean. Pero en sus pesadillas están solos, enfrentándose directamente a sus peores miedos. Krueger escenifica los más recónditos temores de sus víctimas, utilizándolos para romper la confianza de los chicos, enfrentándolos a la más cruda realidad de su vida (a lo que son o en lo que temen convertirse). De esta manera, como decíamos, nos encontramos con algunas de las pesadillas más salvajes vistas hasta el momento (Joey convertido en marioneta, con sus venas a modo de sangrientos hilos; en su enfrentamiento con Taryn, Krueger transforma sus dedos en jeringuillas, dispuesto a embarcar a la joven en un "viaje" sin retorno -a destacar el perturbador plano de las heridas de Taryn abriéndose y cerrándose, como obscenas bocas pidiendo alimento). Este grafismo tiene su culmen en la escena en la cual Krueger muestra su pecho desnudo, convertido en una prisión cárnica de las almas que ha ido arrebatando, condenadas para siempre.

En una de las mejores escenas de la película, Kristen sufre un deja vu onírico, volviendo a repetir la misma escena con la que comenzaba la película, con su madre acostándola y recriminándole que se quede despierta tan tarde. En ese momento, aparece Freddy vestido con un elegante esmoquin. Robert Englud debía tener claro que, en la siguiente entrega, ya sería la estrella principal.


4 comentarios:

MadJoker dijo...

El publico reclama una seccion de "mis cosas" en el blog de int, aparte de peliculas, hables de otras materias de las que tambien eres un fiera, como comics, libros, gadgets o demas. Te leo a traves de un agregador de feeds y de vez en cuando aparecen esbozos de hilos que eliminas rapidamente.
Por cierto, eres muy duro con las estrellitas, pocas pelis se han llevado mas de 3 estrellas. En fin, animo.

José M. García dijo...

No había caido en lo del "Feed". Vaya faena. Esos posts abortados son pruebas que no siempre salen bien. Por ahora, el blog seguirá centrado sólo en el cine. Quien sabe en un futuro... si es que lo hay.

En este caso, para estar hablando de la 3ª parte de una saga de terror juvenil creo que 3 estrellas no está nada mal.

Ánimos sobre todo a ti y, de nuevo, un torrente de felicitaciones.

General Gato dijo...

¡Sí, sí, sí! ¡Que El Blog de Int siga siendo sólo de cine! No quiero desconocer otros talentos y habilidades que el señor Int pueda tener (y si los tiene al mismo nivel que como comentarista de pelis, estamos más que bien), pero me gusta que sea un blog temático y no uno de ésos en que sale "todo lo que me gusta a mí"... Sin ánimo de pontificar, sino hablando sólo desde la experiencia personal (o gatunal, mejor dicho), tengo mis dos grandes preferencias (Historia y Cine) en dos blogs bien separaditos, y lo más bien que se llevan así (Siglos Curiosos y Cine 9009, respectivamente).

Por cierto, acabo de incluir El Blog de Int en el blogroll sobre blogs del cine, en Cine 9009. Y ojalá que este blog siga deparando las buenas críticas a las que me estoy malacostumbrando... ;-)

Saludos.

José M. García dijo...

Bienvenido General Gato y gracias por tus amables palabras.

Por ahora, yo también creo que lo mejor es concentrar el blog en una sóla temática, el cine, que, por otra parte, es un terreno en el que me siento cómodo y seguro, a pesar de mis notables limitaciones.

Le incluyo en los enlaces, que cuantos más seamos, mejor.

Un saludo.