USA, 1993. 91m. C.
D.: Adam Marcus P.: Sean S. Cunningham G.: Dean Lorey & Jay Huguely I.: John D. LeMay, Kari Keegan, Kane Hodder, Steven Williams F.: 1.85:1
El comienzo nos sitúa en terreno conocido. Un coche circula por una solitaria carretera. Un cartel nos indica que se dirige a Crystal Lake. Se detiene enfrente de una casa de madera situada en medio del bosque, aislada de cualquier atisbo de civilización. Del coche sale una escultural chica quien, para relajarse del largo viaje, decide darse una ducha. Una vez desnuda, y cuando está apunto de entrar en la bañera, la luz se corta de repente. Extrañada, se tapa con una toalla y sale del baño a investigar lo que ocurre para encontrarse cara a cara con Jason, quien está a punto de despedazarla con su machete. La chica, herida, sale corriendo por el bosque, seguida de manera lenta pero implacable por Jason. La chica tropieza, Jason alza su machete y... unos focos se encienden, un grupo de fuerzas especiales armados hasta los dientes aparece y Jason sale volando por los aires. Los 90 dan la bienvenida a Jason Voorhees.
Una de las constantes del cine de terror de los 90 consistió en buscar la manera de seguir explotando una serie de franquicias surgidas, y desarrolladas, en la década anterior pero que, en el nuevo decenio, resultaban casi anacrónicas. El panorama cinematográfico y el espectador-objetivo habían cambiado, y por tanto, era necesario hacer los mismo con unos personajes desgastados. Así, Freddy buceó en su pasado e intentó irrisorios juegos metalingüísticos; Michael Myers se apuntó al homenaje autoconsciente; Pinhead dirigió su atención al público adolescente y Chucky se contagió del furor hongkonés del momento.
¿Y Jason? Teniendo en cuenta la nula capacidad avolutiva de la saga hasta el momento, el intento de rodear de un trasfondo vagamente mitológico al personaje, convirtiendo la figura de Jason en una especie de esencia, de espíritu maléfico, capaz de contagiar a diferentes personas y a quien sólo puede detener alguien de su propia sangre, aporta algo de frescura. De esta manera, Viernes 13. El final: Jason va al infierno bebe de precedentes tan claros como la saga Halloween (que ya en su segunda entrega hacía auténticos juegos malabares con el árbol genealógico de Myers en un intento de darle una coherencia interna que, desde luego, no necesitaba) y la genial Hidden (Oculto), de Jack Sholder (con ese parásito extraterrestre que se transmitía bucalmente, apoderándose de la voluntad de sus involuntarios anfitriones). Frescura que acaba en agua de borrajas debido, por un lado, a un guión absurdo y lleno de personajes insoportables, y por otro, a una labor de dirección cuyo mayor mérito es destacar los aspectos más ridículos de dicho guión.
A pesar de lo dicho, Viernes 13. El final: Jason va al infierno no es una película del todo desdeñable gracias al excelente trabajo de la KNB EFX Group, sin duda, los reyes del gore en los 90, quienes convierten a esta novena entrega en la más bestia y sangrienta de la saga, tanto en los asesinatos (mención especial a la chica desnuda que es gráficamente partida por la mitad) como en escenas inspiradas en la escuela de la Nueva Carne (el policía que se descompone hasta quedar en los huesos parece sacado de Hellraiser. Los que traen el infierno), así como en la creación de un monumental Jason, cuya máscara incrustada en la piel se ha convertido ya en una nueva cara, y prácticamente con los sesos al aire.
La aparición al final de las garras de Freddy arrastrando la máscara de hockey al infierno evidencia que Viernes 13. El final: Jason va al infierno no es más que un episodio de transición de cara a un proyecto mayor por parte de New Line a la hora de lavar la cara de su propia creación (y que se materializaría 10 años después), confirmado por el cameo del mismísimo Necronomicon (y no uno cualquiera, sino una réplica exacta del aparecido en Terroríficamente muertos) para un proyecto que, por ahora, no ha visto la luz.
Una de las constantes del cine de terror de los 90 consistió en buscar la manera de seguir explotando una serie de franquicias surgidas, y desarrolladas, en la década anterior pero que, en el nuevo decenio, resultaban casi anacrónicas. El panorama cinematográfico y el espectador-objetivo habían cambiado, y por tanto, era necesario hacer los mismo con unos personajes desgastados. Así, Freddy buceó en su pasado e intentó irrisorios juegos metalingüísticos; Michael Myers se apuntó al homenaje autoconsciente; Pinhead dirigió su atención al público adolescente y Chucky se contagió del furor hongkonés del momento.
¿Y Jason? Teniendo en cuenta la nula capacidad avolutiva de la saga hasta el momento, el intento de rodear de un trasfondo vagamente mitológico al personaje, convirtiendo la figura de Jason en una especie de esencia, de espíritu maléfico, capaz de contagiar a diferentes personas y a quien sólo puede detener alguien de su propia sangre, aporta algo de frescura. De esta manera, Viernes 13. El final: Jason va al infierno bebe de precedentes tan claros como la saga Halloween (que ya en su segunda entrega hacía auténticos juegos malabares con el árbol genealógico de Myers en un intento de darle una coherencia interna que, desde luego, no necesitaba) y la genial Hidden (Oculto), de Jack Sholder (con ese parásito extraterrestre que se transmitía bucalmente, apoderándose de la voluntad de sus involuntarios anfitriones). Frescura que acaba en agua de borrajas debido, por un lado, a un guión absurdo y lleno de personajes insoportables, y por otro, a una labor de dirección cuyo mayor mérito es destacar los aspectos más ridículos de dicho guión.
A pesar de lo dicho, Viernes 13. El final: Jason va al infierno no es una película del todo desdeñable gracias al excelente trabajo de la KNB EFX Group, sin duda, los reyes del gore en los 90, quienes convierten a esta novena entrega en la más bestia y sangrienta de la saga, tanto en los asesinatos (mención especial a la chica desnuda que es gráficamente partida por la mitad) como en escenas inspiradas en la escuela de la Nueva Carne (el policía que se descompone hasta quedar en los huesos parece sacado de Hellraiser. Los que traen el infierno), así como en la creación de un monumental Jason, cuya máscara incrustada en la piel se ha convertido ya en una nueva cara, y prácticamente con los sesos al aire.
La aparición al final de las garras de Freddy arrastrando la máscara de hockey al infierno evidencia que Viernes 13. El final: Jason va al infierno no es más que un episodio de transición de cara a un proyecto mayor por parte de New Line a la hora de lavar la cara de su propia creación (y que se materializaría 10 años después), confirmado por el cameo del mismísimo Necronomicon (y no uno cualquiera, sino una réplica exacta del aparecido en Terroríficamente muertos) para un proyecto que, por ahora, no ha visto la luz.
4 comentarios:
Apenas recuerdo nada ya de esta película... aparte de su prólogo y su plano final, sólo una sensación de decepción viene a mi cuando pienso en ella.
Viernes 13 era una franquicia tremendamente denostada a principios de los '90 (Sí, más vilipendiada que ahora.), así que las intenciones de sus creativos de ponerla patas arriba con la esperanza de volver a hacerla atractiva para el público, aunque no exentas de prepotencia, son muy comprensibles.
... Pero pensemos una cosa: ¿Y si de repente Godzilla se transformara en una nube bacteriana de la aluminosis? ¿O Freddy Krueger en un virus de internet que cambia todos los archivos porno por gerontofilia?. Uno sigue siendo la perdición de las ciudades y otro el terror de los adolescentes, pero... ¿A que no es lo mismo?
Yo, de entrada, no veo mal que intenten un cambio de rumbo en una franquicia (después de todo, si quieres un VIERNES 13 tradicional ya tienes 8 disponibles), el problema es que a los creadores se les notan tan desesperados y todo es tan obvio, que da mas pena que otra cosa.
Eso sí, gracias a este cambio, la KNB pudieron dar lo mejor de sí mismos.
PD.: Bueno, llevamos ya 9, así que sólo quedan... 3 pelis... ¡Por Dios, es que esto no se va a acabar nunca!
Te vas a cansar de poner una estrella a sagas de terror xD
Creo que he visto alguna de esta saga, pero no recuerdo cual, aunque se que por muy buenas que fuera me acabarían aburriendo a los 5 minutos, y si encima son tan malas, no digamos
¿Tanto éxito tienen estas sagas?, ¿desde las 4ªs o 5ªs entregas hacen tanta taquilla para continuar? Es que me parece increíble que tengan tanto tirón
Ni SAW ha aguantado el tirón de su fama. Y no digamos de la mayoría que a partir de la 2ª o 3ª entrega han pasado directamente al VHS/DVD
Ten en cuenta que estas películas son muy baratas y se amortizan enseguida. Por otro lado, en USA los jóvenes se reunen los fines de semana para ver en el cine una peli de terror como si fuese una tradición. Prácticamente se amortizan en ese fin de semana.
La peli que comento recaudó 15 millones y otras como la 5ª entrega más de 20 millones. Lo que no está nada mal.
De la saga SAW, la última entrega es la que menos ha recaudado y aún así ha sacado más de 60 millones en todo el mundo sobre un presupuesto de 11 millones. Son ganancias aseguradas.
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