(Friday the 13th: A New Beginning)
USA, 1985. 92m. C.
D.: Danny Steinmann P.: Timothy Silver G.: Martin Kitrosser, David Cohen & Danny Steinmann I.: Melanie Kinnaman, John Shepeherd, Shavar Ross, Richard Young F: 1.85:1
A pesar del anunciado final de la saga en el capítulo anterior, el pobre Jason Voorhees no pudo descansar durante mucho tiempo y sólo un año después volvió a las pantallas, fiel a su cita anual. Pese al título con el que se presenta, el comienzo de Viernes 13 V Parte: Un nuevo comienzo no augura, en principio, que estemos ante nada, precisamente, nuevo. Bajo una torrencial lluvia, Tommy, el superviviente de la entrega anterior, escondido entre los árboles, observa como un par de palurdos se acercan a la tumba de Jason y proceden a desenterrarlo. Éste les premia asesinándoles a ambos. Una vez fuera de su tumba, se acerca a Tommy y... Y despierta. Todo ha sido un sueño y, en realidad, Tommy ya ha crecido y está siendo conducido a una granja convertida en una institución mental para jóvenes con problemas. Y Tommy los tiene: traumatizado por los acontecimientos vistos en Viernes 13: Capítulo final, se ha encerrado en sí mismo, siendo acosado por visiones en las que ve a Jason. Podemos considerar este comienzo un guiño a los amantes de la serie y del personaje ya que, en realidad, el asesino de esta quinta entrega no es el enmascarado hijo de la difunta señora Voorhees. De esta manera, Viernes 13 V Parte: Un nuevo comienzo resulta prácticamente un remake de la primera entrega pues, de nuevo, estamos ante un asesino misterioso y un metraje repleto de sospechosos.
Más allá de esta (relativa) novedad, si por algo destaca Viernes 13 V Parte: Un nuevo comienzo es por su intención de batir diversos records dentro de la saga:
1) la película hace gala de los que posiblemente sean los personajes más insoportables del género, hasta el punto de que da la impresión de que todos son víctimas de un virus que contagia la oligofrenia. Desde este punto de vista, las acciones de Jason adquieren un tono apocalíptico, y casi bíblico, convertido en una especie de Ángel Exterminador dispuesto a erradicar la idiotez en la faz de la tierra.
2) si bien el elemento sexual siempre ha estado muy presente en la saga, Viernes 13 V Parte: Un nuevo comienzo se obsesiona especialmente en este sentido, hasta el punto de que nos planteamos que los productores tenían en la cabeza la intención de hacer un soft antes que una película de terror, tal es la alegre sucesión de chicas desnudas: destacar la presencia de Debi Sue Voorhees, cuya inclusión en el reparto podríamos pensar que es un guiño a su apellido real sino fuera por sus rotundas curvas que la hacen digna de un cast de Russ Meyer (y el partido que la cámara saca de ellas).
3) pero el mayor record de la película es, sin duda, el número de cadáveres: a lo largo de sus parcos 92 minutos se da la friolera de 21 asesinatos, lo cual significa que la mayoría de víctimas son presentadas en un plano para morir al siguiente. Pero cantidad no significa calidad. La mayoría de los asesinatos suceden fuera de plano y, a pesar de su variedad, resultan poco espectaculares. Destaquemos sólo la muerte de Violet, quien es acosada por Jason mientras baila en su habitación escuchando His Eyes, de Pseudo Echo, una canción tan buena que es capaz de inspirar incluso al director más torpe.
Más allá de esta (relativa) novedad, si por algo destaca Viernes 13 V Parte: Un nuevo comienzo es por su intención de batir diversos records dentro de la saga:
1) la película hace gala de los que posiblemente sean los personajes más insoportables del género, hasta el punto de que da la impresión de que todos son víctimas de un virus que contagia la oligofrenia. Desde este punto de vista, las acciones de Jason adquieren un tono apocalíptico, y casi bíblico, convertido en una especie de Ángel Exterminador dispuesto a erradicar la idiotez en la faz de la tierra.
2) si bien el elemento sexual siempre ha estado muy presente en la saga, Viernes 13 V Parte: Un nuevo comienzo se obsesiona especialmente en este sentido, hasta el punto de que nos planteamos que los productores tenían en la cabeza la intención de hacer un soft antes que una película de terror, tal es la alegre sucesión de chicas desnudas: destacar la presencia de Debi Sue Voorhees, cuya inclusión en el reparto podríamos pensar que es un guiño a su apellido real sino fuera por sus rotundas curvas que la hacen digna de un cast de Russ Meyer (y el partido que la cámara saca de ellas).
3) pero el mayor record de la película es, sin duda, el número de cadáveres: a lo largo de sus parcos 92 minutos se da la friolera de 21 asesinatos, lo cual significa que la mayoría de víctimas son presentadas en un plano para morir al siguiente. Pero cantidad no significa calidad. La mayoría de los asesinatos suceden fuera de plano y, a pesar de su variedad, resultan poco espectaculares. Destaquemos sólo la muerte de Violet, quien es acosada por Jason mientras baila en su habitación escuchando His Eyes, de Pseudo Echo, una canción tan buena que es capaz de inspirar incluso al director más torpe.
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