(The Curse)
USA, 1987. 92m. C.
D.: David Keith P.: Ovidio G. Assonitis G.: David Chaskin I.: Will Wheaton, Claude Akins, Malcom Danare, Cooper Huckabee F.: 2.35:1
¿Qué ocurriría si una especie de meteorito se estrellase en las cercanías de tu granja? Granja maldita es la respuesta. Si definimos el término "exploitation" como la apropiación de elementos de films de éxito para construir réplicas radicalizadas, bien podemos considerar esta película una "exploitation" desde el momento en que utiliza como material de base un célebre relato, El color que cayó del cielo de H.P. Lovecraft, utilizándolo sólo como excusa culterana, para realizar un auténtico catálogo de atrocidades repugnantes y purulentas.
Con todo, David Keith no engaña a nadie. El aficionado observador localizará en los créditos iniciales a un tal Louis Fulci como productor asociado. En efecto, tras el alias no se esconde otro que Lucio Fulci, el denominado rey del gore italiano, autor de clásicos como El más allá o El destripador de Nueva York. Aún siendo una película de producción americana, la presencia del finado director italiano deja impronta: así pues, olvídense del pesimismo cósmico y las criaturas húmedas e indescriptibles del genio de Providence y preparense para matricularse en el curso avanzado de agricultura mutante: en el primer semestre estudiaremos como los tomates pueden dar cabida a cientos de gusanos y las hortalizas pueden convertirse en una variante del blandiblub; en el segundo, aprenderemos que las gallinas podrían protagonizar un "remake" de Los pájaros y que quizás una adaptación de Rebelión en la granja en plan gore no sería mala idea; como tesina final, demostraremos que pasar de Lovecraft a Demons en menos de 90 minutos es posible si un italiano listo anda de por medio.
Los que hayan sobrevivido al curso que pasen a recoger su diploma y corran a la población más cercana gritando en plan La invasión de los ladrones de cuerpos "¡Es el agua! ¡Es el agua!". Si no les creen, siempre le pueden echar la culpa a Dios.
Con todo, David Keith no engaña a nadie. El aficionado observador localizará en los créditos iniciales a un tal Louis Fulci como productor asociado. En efecto, tras el alias no se esconde otro que Lucio Fulci, el denominado rey del gore italiano, autor de clásicos como El más allá o El destripador de Nueva York. Aún siendo una película de producción americana, la presencia del finado director italiano deja impronta: así pues, olvídense del pesimismo cósmico y las criaturas húmedas e indescriptibles del genio de Providence y preparense para matricularse en el curso avanzado de agricultura mutante: en el primer semestre estudiaremos como los tomates pueden dar cabida a cientos de gusanos y las hortalizas pueden convertirse en una variante del blandiblub; en el segundo, aprenderemos que las gallinas podrían protagonizar un "remake" de Los pájaros y que quizás una adaptación de Rebelión en la granja en plan gore no sería mala idea; como tesina final, demostraremos que pasar de Lovecraft a Demons en menos de 90 minutos es posible si un italiano listo anda de por medio.
Los que hayan sobrevivido al curso que pasen a recoger su diploma y corran a la población más cercana gritando en plan La invasión de los ladrones de cuerpos "¡Es el agua! ¡Es el agua!". Si no les creen, siempre le pueden echar la culpa a Dios.
2 comentarios:
¡Coño! Yo está si que la he visto en castellano, o eso creo.
Me parece que había una escena en la que la madre se volvía majara y estaba cosiendole una herida en el trasero al hijo y se divertía haciendo forma con los puntos XD
Pues me acuerdo entre poco y nada del film, pero no me extrañaría nada una escena así. De hecho, lo que me extrañaría es que no fuera suya.
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