USA, 1993. 108m. C.
D.: Abel Ferrara P.: Mary Kane G.: Nicholas St. John I.: Harvey Keitel, Madonna, James Russo, Nancy Ferrara
Durante sus primeros minutos, Juego peligroso (también conocida internacionalmente como Snake Eyes; no cofundir con la película de mismo título dirigida por Brian De Palma y protagonizada por Nicolas Cage) establece las fronteras entre los diferentes niveles narrativos que componen la película: la primera escena nos presenta a su protagonista, el director de cine Eddie Israel, cenando con su mujer y su hijo una fría noche de invierno antes de salir a tomar un vuelo que le lleve a Los Ángeles, donde rueda su nuevo film. A continuación, le vemos hablando directamente a cámara acerca de ese proyecto; la fotografía adquiere una tonalidad granulada y carente de iluminación y sigue a Eddie durante el rodaje, mostrando como da las instrucciones a sus actores y prepara los planos. Finalmente, tenemos las imágenes finales consecuencia de ese rodaje.
Como vemos, Juego peligroso es una muestra de ese género que se ha dado en llamar "cine dentro del cine", compuesta por una estructura de cajas chinas que juegan con la diferenciación entre realidad-ficción o documental-drama: en el primer nivel está la película de ficción dirigida por Ferrara y protagonizada por Harvey Keitel en el papel de Eddie Israel, acompañado por Madonna y James Russo; en el segundo, un (falso) making of que nos enseña el rodaje de la película dirigida por Eddie e interpretada por los actores Sarah Jennings y Francis Burns (es decir, los personajes de Madonna y Russo, respectivamente); y en el último nivel, el título de ficción de Eddie, "The Mother of Mirrors", con los roles incorporados por Sarah y Francis. Esta intrincada estructura no sirve sólo para enseñar el interior del rodaje de una película independiente llena de dificultades, sino que convierte la elaboración de una película en una especie de punto neurálgico que canaliza las energías (positivas y negativas) de los que trabajan en ella para expandirlas, afectando a todos los niveles descritos.
"The Mother of Mirrors" supone un psicodrama en el que un matrimonio se enfrenta en un terminal juego de dominación y poder, en el que la idionisíaca visión de la vida de él choca violentamente con el despertar religioso de ella. Poco después de haber asistido al rodaje de una escena en el que el matrimonio se pelea, vemos como Sarah descansa en la cama junto a Francis después de haber hecho el amor; debido a un comentario de Francis, comienzan a discutir como si, de repente, se hubieran transformado en los roles que interpretan en la película de Eddie. Más adelante, Sarah le acusará de su necesidad de tener que emborracharse de verdad para poder actuar como un borracho ante las cámaras, estrechando la diferencia entre realidad y ficción.
De esta manera, a medida que progresa el film, las fronteras que señalábamos líneas arriba se difuminan hasta desaparecer, contagiando a la realidad (el mundo que conforma Juego peligroso) con la ficción ("The Mother of Mirrors"): Francis amenaza a Sarah con un falso cuchillo durante una toma y, una vez finalizada, hace el amago de cortarle el cuello, como si no pudiera salirse del personaje; Eddie le confiesa a su esposa sus numerosas infidelidades a lo largo de los rodajes de sus películas minutos antes de que ésta acuda al funeral de su padre, escenificando así el enfrentamiento entre hedonismo y religión que supone el meollo argumental de su propia película.
Hacia el final de Juego peligroso, Abel Ferrara inserta unas imágenes correspondientes a una entrevista realizada a Werner Herzog durante el calamitoso rodaje de Fitzcarraldo en medio de la selva peruana. Las palabras del director alemán añaden una perspectiva casi mitológica al conjunto bajo la que podemos descifrar el sentido encerrado en la secuencia que abre la película: antes de salir de casa, Eddie se acerca a su hijo, quien duerme placidamente, y le pide que no le olvide. Antes que a un rodaje, Eddie parece prepararse para el combate contra una criatura monstruosa y todopoderosa que, inevitablemente, aún venciendola, se llevará una parte de él. Juego peligroso supone el relato de ese combate y las numerosas bajas causadas entre sus integrantes.
Como vemos, Juego peligroso es una muestra de ese género que se ha dado en llamar "cine dentro del cine", compuesta por una estructura de cajas chinas que juegan con la diferenciación entre realidad-ficción o documental-drama: en el primer nivel está la película de ficción dirigida por Ferrara y protagonizada por Harvey Keitel en el papel de Eddie Israel, acompañado por Madonna y James Russo; en el segundo, un (falso) making of que nos enseña el rodaje de la película dirigida por Eddie e interpretada por los actores Sarah Jennings y Francis Burns (es decir, los personajes de Madonna y Russo, respectivamente); y en el último nivel, el título de ficción de Eddie, "The Mother of Mirrors", con los roles incorporados por Sarah y Francis. Esta intrincada estructura no sirve sólo para enseñar el interior del rodaje de una película independiente llena de dificultades, sino que convierte la elaboración de una película en una especie de punto neurálgico que canaliza las energías (positivas y negativas) de los que trabajan en ella para expandirlas, afectando a todos los niveles descritos.
"The Mother of Mirrors" supone un psicodrama en el que un matrimonio se enfrenta en un terminal juego de dominación y poder, en el que la idionisíaca visión de la vida de él choca violentamente con el despertar religioso de ella. Poco después de haber asistido al rodaje de una escena en el que el matrimonio se pelea, vemos como Sarah descansa en la cama junto a Francis después de haber hecho el amor; debido a un comentario de Francis, comienzan a discutir como si, de repente, se hubieran transformado en los roles que interpretan en la película de Eddie. Más adelante, Sarah le acusará de su necesidad de tener que emborracharse de verdad para poder actuar como un borracho ante las cámaras, estrechando la diferencia entre realidad y ficción.
De esta manera, a medida que progresa el film, las fronteras que señalábamos líneas arriba se difuminan hasta desaparecer, contagiando a la realidad (el mundo que conforma Juego peligroso) con la ficción ("The Mother of Mirrors"): Francis amenaza a Sarah con un falso cuchillo durante una toma y, una vez finalizada, hace el amago de cortarle el cuello, como si no pudiera salirse del personaje; Eddie le confiesa a su esposa sus numerosas infidelidades a lo largo de los rodajes de sus películas minutos antes de que ésta acuda al funeral de su padre, escenificando así el enfrentamiento entre hedonismo y religión que supone el meollo argumental de su propia película.
Hacia el final de Juego peligroso, Abel Ferrara inserta unas imágenes correspondientes a una entrevista realizada a Werner Herzog durante el calamitoso rodaje de Fitzcarraldo en medio de la selva peruana. Las palabras del director alemán añaden una perspectiva casi mitológica al conjunto bajo la que podemos descifrar el sentido encerrado en la secuencia que abre la película: antes de salir de casa, Eddie se acerca a su hijo, quien duerme placidamente, y le pide que no le olvide. Antes que a un rodaje, Eddie parece prepararse para el combate contra una criatura monstruosa y todopoderosa que, inevitablemente, aún venciendola, se llevará una parte de él. Juego peligroso supone el relato de ese combate y las numerosas bajas causadas entre sus integrantes.
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