USA, 1983. 135m. C.
D.: Richard Marquand P.: Howard G. Kazanjian G.: Lawrence Kasdan & George Lucas, basado en una idea de George Lucas I.: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Billy Dee Williams F.: 2.20:1
Si con la aparición en 1977 de la original La guerra de las galaxias George Lucas evidenció su intento de reactualizar la esencia de los seriales de ciencia-ficción que disfrutó en su niñez, el estreno de la, por ahora, última entrega de su saga galáctica nos presenta unas intenciones complementarias: la conocida como trilogía original supone la reconstrucción, película a película, del devenir del género desde esos inicios (cinematográficos) hasta el momento (del estreno del film).
Tras devolver al público ese sentido de la maravilla indispensable para un género que hace de la ingenuidad su leitmotiv principal con la primera parte dirigida por el propio Lucas, la seriedad y oscuridad en la que se sumergió a El imperio contraataca venía a reflejar la densidad y perspectiva adulta con la que desarrolló la ciencia-ficción durante los años 70. La presente El retorno del Jedi muestra sus intenciones más comenzar: el intento de rescate de Han Solo por parte de Leia, Chewbacca y demás compañeros rebeldes en el interior del cubil de Jabba el Hutt no supone tanto un arranque trepidante que retoma el cliffhanger que cerraba el "Episodio V" como un despliegue de criaturas que amplíen el rentable merchandising de la franquicia. Por tanto, El retorno del Jedi supone la oficialización de la perspectiva, digamos, infantilizada y esencialmente comercial que el género mantuvo durante la década de los 80 (no siempre de manera negativa).
Teniendo en cuenta que la iconografía visual de la serie ha sido una de sus principales marcas de autenticidad desde su mismo inicio y que el merchandising ha sido un elemento clave para la entronización del universo de Star Wars como una mitología generacional, que se intente renovar el catálogo de productos asociados a esta no es, todo lo contrario, algo pernicioso. Pero sí lo es en el momento en el que esta intención adquiere una importancia tal que afecta al propio sentido del film. En resumen: la presencia de los Ewoks no es sí misma negativa -es más, podía haber funcionado perfectamente como interludios cómicos con los que aligerar el dramatismo de la trama principal-, lo es el modo en el que el tono infantil que acompaña su presencia acaba restando fuerza a un final que se anuncia con ecos Shakesperianos pero que, finalmente, decepciona por su carencia de gravedad.
Si El imperio contraataca parecía surgir como respuesta a La guerra de las galaxias, rompiendo las expectativas del espectador al tornar la luz en oscuridad en un intento de demostrar los férreos cimientos dramáticos sobre los que se sustentaba la mitología creada por Lucas, El retorno del Jedi apuesta por el efecto contrario: convertir a la recatada princesa Leia en la esclava sexual de Jabba el Hutt ataviada con un minúsculo bikini parece responder a los deseos fetichistas de los seguidores más entregados. En este sentido también funciona la escena en la cual C-3PO realiza un resumen de lo visto en la trilogía a los Ewoks reproduciendo los sonidos más famosos de la serie, descubriéndose como uno de esos muñecos que, pulsando un botón, reproducen esos mismos sonidos, en tamaño natural.
Recordemos que, al principio, el propio George Lucas anunció que tenía planeadas un total de nueve películas para, a renglón seguido, desdecirse y dejándolo en seis, quedando, por tanto, el "Episodio VI" como el capítulo final. Pero, viendo El retorno del Jedi, da la impresión de que se preparó teniendo en mente esos nueve títulos para después tener que adaptar, y resumir, todos los hechos para encajarlos en un único film. De esta manera, las tres líneas narrativas en las que se divide el clímax -la batalla en la segunda luna de Endor; el triángulo entre Luke Skywalker, Darth Vader y el Emperador; el enfrentamiento de la Alianza Rebelde contra la remozada Estrella de la Muerte- se apelotonan, quitándose protagonismo unas a otras y resolviéndolas todas en un final notablemente menos intenso que el de la original La guerra de las galaxias.
La ligereza es la tónica predominante en El retorno del Jedi, algo a todas luces decepcionante en lo que se supone es la conclusión de una saga de la importancia de la que nos ocupa: sucesos tan importantes como el descubrimiento de Luke acerca de la existencia de una hermana; la despedida de Yoda o la profundización en el conflicto paterno-filial entre Luke y Vader son tratados como si fuesen momentos de transición. Lo mismo se puede decir del final: sinceramente, uno cree que hay mejores maneras de celebrar algo tan importante como la salvación de toda la galaxia que con una fiesta tribal con la versión atávica de los osos amorosos.
Tras devolver al público ese sentido de la maravilla indispensable para un género que hace de la ingenuidad su leitmotiv principal con la primera parte dirigida por el propio Lucas, la seriedad y oscuridad en la que se sumergió a El imperio contraataca venía a reflejar la densidad y perspectiva adulta con la que desarrolló la ciencia-ficción durante los años 70. La presente El retorno del Jedi muestra sus intenciones más comenzar: el intento de rescate de Han Solo por parte de Leia, Chewbacca y demás compañeros rebeldes en el interior del cubil de Jabba el Hutt no supone tanto un arranque trepidante que retoma el cliffhanger que cerraba el "Episodio V" como un despliegue de criaturas que amplíen el rentable merchandising de la franquicia. Por tanto, El retorno del Jedi supone la oficialización de la perspectiva, digamos, infantilizada y esencialmente comercial que el género mantuvo durante la década de los 80 (no siempre de manera negativa).
Teniendo en cuenta que la iconografía visual de la serie ha sido una de sus principales marcas de autenticidad desde su mismo inicio y que el merchandising ha sido un elemento clave para la entronización del universo de Star Wars como una mitología generacional, que se intente renovar el catálogo de productos asociados a esta no es, todo lo contrario, algo pernicioso. Pero sí lo es en el momento en el que esta intención adquiere una importancia tal que afecta al propio sentido del film. En resumen: la presencia de los Ewoks no es sí misma negativa -es más, podía haber funcionado perfectamente como interludios cómicos con los que aligerar el dramatismo de la trama principal-, lo es el modo en el que el tono infantil que acompaña su presencia acaba restando fuerza a un final que se anuncia con ecos Shakesperianos pero que, finalmente, decepciona por su carencia de gravedad.
Si El imperio contraataca parecía surgir como respuesta a La guerra de las galaxias, rompiendo las expectativas del espectador al tornar la luz en oscuridad en un intento de demostrar los férreos cimientos dramáticos sobre los que se sustentaba la mitología creada por Lucas, El retorno del Jedi apuesta por el efecto contrario: convertir a la recatada princesa Leia en la esclava sexual de Jabba el Hutt ataviada con un minúsculo bikini parece responder a los deseos fetichistas de los seguidores más entregados. En este sentido también funciona la escena en la cual C-3PO realiza un resumen de lo visto en la trilogía a los Ewoks reproduciendo los sonidos más famosos de la serie, descubriéndose como uno de esos muñecos que, pulsando un botón, reproducen esos mismos sonidos, en tamaño natural.
Recordemos que, al principio, el propio George Lucas anunció que tenía planeadas un total de nueve películas para, a renglón seguido, desdecirse y dejándolo en seis, quedando, por tanto, el "Episodio VI" como el capítulo final. Pero, viendo El retorno del Jedi, da la impresión de que se preparó teniendo en mente esos nueve títulos para después tener que adaptar, y resumir, todos los hechos para encajarlos en un único film. De esta manera, las tres líneas narrativas en las que se divide el clímax -la batalla en la segunda luna de Endor; el triángulo entre Luke Skywalker, Darth Vader y el Emperador; el enfrentamiento de la Alianza Rebelde contra la remozada Estrella de la Muerte- se apelotonan, quitándose protagonismo unas a otras y resolviéndolas todas en un final notablemente menos intenso que el de la original La guerra de las galaxias.
La ligereza es la tónica predominante en El retorno del Jedi, algo a todas luces decepcionante en lo que se supone es la conclusión de una saga de la importancia de la que nos ocupa: sucesos tan importantes como el descubrimiento de Luke acerca de la existencia de una hermana; la despedida de Yoda o la profundización en el conflicto paterno-filial entre Luke y Vader son tratados como si fuesen momentos de transición. Lo mismo se puede decir del final: sinceramente, uno cree que hay mejores maneras de celebrar algo tan importante como la salvación de toda la galaxia que con una fiesta tribal con la versión atávica de los osos amorosos.
9 comentarios:
Ya te digo. Recuerdo que el momento cumbre de la vergüenza ajena fue el concierto de esos "fragels" en el cubil de Jabba. Si ya me pareció decepcionante cuando la vi púber, mejor no repetir ahora.
Olé, olé, ahí, con un par. Así me gusta. Ya estaba yo hasta los cojones del miticismo de la trilogía original y el lapidamiento de la nueva. Es decir, ¡como si esta película que mentas fuera tan buena! Anda, anda.
Lo digo completamente en serio, eh. Realmente me cansa escuchar a la gente decir que hay un abismo entre ambas trilogías, cuando yo realmente pienso que son muy parecidas, sólo que La Amenaza Fantasma es la peor de todas, El Retorno del Jedi la segunda peor y El Imperio Contraataca la mejor. El resto andaría ahí, ahí, casi al mismo nivel, que no lo considero muy alto.
Para mi es la segunda peor después de La amenaza fantasma (aborrecible). El momento Ewok es una sucesión de escenas intragable con uno de los personajes más olvidables de toda la saga, no puedo entender como ese espanto de personaje tiene algo de carisma
Entre eso y la igualmente olvidable escena con Jabba la verdad es que solo se salvan unas pocas escenas, las que hacen referencia a los Jedis que es de lo mejor que se pudo sacar en claro de toda la trilogía original
sí que es floja, sí... y luego vendría la peor, y después una mala, y la última, que en su día mepareció decente, pero no creo que resista una revisión...
Hola a todos.
-Mariano: y la inclusión de nuevas criaturas digitales en la versión del 97 no hacen sino empeorar esa escena. Totalmente de acuerdo.
-Ovidio: me acuerdo que, cuando se estrenó "La amenaza fantasma", un amigo que era fan acérrimo de la trilogía original no se explicaba lo muy decepcionante que le parecía el nuevo episodio. Yo le contesté: "¿Por qué esperabas que esta nueva peli fuera una obra maestra cuando ninguna de las anteriores lo son?"
Con todo, no estoy del todo de acuerdo con usted: la original "La guerra de las galaxias" es, con mucho, mi preferida.
-Stranno: yo no veo tan excesivamente grave la presencia de los Ewoks los cuales, a veces, me divierten y todo. Peor es la ligereza y falta de emoción de las presuntas escenas importantes.
-Octavio B (A.K.A Señor Punch): un placer que vuelva a asomar por aquí. Tengo mucho interés por revisar la nueva trilogía a la cual creo que le hizo mucho daño la enorme expectación en la que surgió (y que ella misma alimentó, ojo). Ahora, pasado el tiempo, veremos si ha mejorado... o no.
Jo para mi esta película es la repolla, lo siento, me puede el frikismo y el haberla visto más de 30 veces y no cansarme nunca.
Por fin aparece un defensor, que esto ya parecía un grupo de linchamiento oficial. Yo he de reconocer que la película me resulta entretenida y si fuera un episodio intermedio hasta podría tener un pase, pero como conclusión a toda la saga no da la talla.
Sé que hay mucho crítico ahí fuera contra esta película. Bien por considerar que no está a la altura de la trilogía, bien por defender la nueva trilogía, para pensar que no está tan lejos del nivel exhibido.
Pues yo la película la disfruto un montón. Sí que es la peor de la saga, especialmente por ese ritmo extraño que tiene, que tras la escena inicial se pasa media hora esperando la traca final. Pero ese clímax de una hora a tres bandas que funciona, donde lo peor es la participación de los ewoks (aunque tampoco es tan mala como la fama que se está llevando de un tiempo a esta parte) pero la batalla espacial aún no ha sido superada en espectacularidad y el combate a tres bandas entre emperador, Vader y Skywalker es tan intenso como el del Imperio Contraataca.
En fin, puede que objetivamente sea más infantiloide, que la redención de Vader mitiga un poco al personaje, y que el rollete "somos hermanos" sea innecesario, pero vamos, que yo disfruto la peli como un enano. O como un ewok.
Pues fíjate que a mí el combate final me dejo frío y, la verdad, me parece mucho menos intenso intenso que el que cerraba la original La guerra de las galaxias.
No veo mal detalles como el de los hermanos (puro soap opera) y la redención de Vader, pero sí el escaso partido que se le saca. Y pienso que enseñar el rostro humano de Vader sí que le resta fuerza al personaje.
Eso sí, estoy contigo en que se ha demonizado excesivamente a los Ewoks que tienen momentos simpáticos: su ingenuidad al intentar derribar a pedradas a los gigantescos carros de combate bípedos imperiales.
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