(The Enforcer) USA, 1976. 96m. C.
D.: James Fargo
I.: Clint Eastwood, Tyne Daly, Harry Guardino, Bradford Dillman
Como bien señaló mi compañero de sesión, el sr. Fer, Harry el ejecutor, tercera entrega de la saga protagonizada por Clint Eastwood e iniciada con la mítica Harry el sucio, es, sin duda, la entrega más endeble hasta el momento, resultando excesivamente obvia en sus planteamientos y predecible en su desarrollo. Y es que, a estas alturas, ver como Harry resuelve un delito cotidiano (en este caso, en un supermercado; escenario ya utilizado en la anterior Harry el fuerte) con métodos harto expeditivos para, a continuación, recibir una dura reprimenda de su superior; como le endilgan, para sus desesperación, a un compañero novato con el que, finalmente, simpatizará; como le expulsan del cuerpo para, a continuación, volver a admitirle cuando las cosas se pongan feas o como se enfrenta a altos cargos políticos, resulta en una contínua sensación de déjà vu. Es muy posible que, a la hora de tomar la decisión de producir esta película, Eastwood estuviera pensando en que proyecto personal invirtiría los suculentos ingresos en taquilla, de ahí que Harry el ejecutor presente un guión muy poco trabajado cuyo principal defecto reside en la construcción de un enemigo de escaso carisma (un grupo terrorista cuyas motivaciones nunca llegan a quedar del todo claras), muy lejos de la imponente presencia del Scorpio de Harry el sucio.
Con todo, Harry el ejecutor no es un film carente de interés, aunque sea un interés, digamos, teórico. Y es que, vista hoy día, la serie protagonizada por el inspector Harry Callahan puede verse como un retrato del cine de acción de la época, que va mutando a medida que pasa el tiempo, y cada entrega asimila esos cambios y, por tanto, dejando testimonio en sus fotogramas. Así, en esta ocasión, se percibe la influencia del cine blaxploitation popularizado por el éxito de Las noches rojas de Harlem y derivados, no sólo por la mayor inclusión de personajes de color (aunque hay que destacar la presencia del gurú "Big" Ed Mustapha, interpretado por Albert Popwell, visto en clásicos del subgénero como Cleopatra Jones y quien ya había aparecido en las dos entregas anteriores, interpretando diferentes personajes) sino en la propia planificación de la película, como demuestra la larga persecución entre Harry y uno de los miembros de la banda terrorista (que es negro) en el que los temas jazzisticos de la banda sonora son sustituidos por un ritmo funky.
El hecho de que en esta ocasión el compañero nuevo de Harry es, en realidad, una compañera, la inspectora Kate Moore, también parece ser un guiño a los movimientos de igualdad de derechos de la mujer que estallaron en los años 60. Al contrario que en las ocasiones anteriores, aquí la compañera de Harry tiene un mayor protagonismo e, incluso, es de especial ayuda en el enfrentamiento final, dejando claro las intenciones del film a la hora de retratar el mayor protagonismo de la mujer en el cine de acción comercial (es más, la relación entre Harry y Kate propicia las mejores escenas del film).
En Harry el ejecutor se nos presenta un Harry más irascible e iracundo que nunca, rayando en ocasiones lo antipático. ¿Es debido este comportamiento a la incomodidad que siente el personaje al enfrentarse a unos tiempos que, al contrario que los delincuentes a los que detiene, no son tan fáciles de derribar con su magnum del 44? Es posible. Después de todo, la secuencia de créditos sintetiza la calidad de la propia película. Instalados en el asiento trasero del coche patrulla de Callahan, asistimos a los contínuos descensos por las interminables pendientes de las calles de la ciudad de San Francisco como metáfora de la propia degeneración de la saga a la que pertenece.
2 comentarios:
No le puedo poner ni un "pero" a la valoración que hace de esta tercera película de la saga, Mr. Int.
Ahora bien, ¡sigue siendo una cinta condenadamente divertida!
(A la expectativa me tiene de la reseña de la siguiente de la saga. La impactante -valga la redundancia- "Impacto Súbito")
Buff, pues divertida, lo que es divertida, precisamente no me pareció. Es más, confieos que hubo un momento en el que desconecté del todo del film y si volví a "entrar" fue por ese interés teórico del que hablo.
"Impacto súbito" en breve.
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