
USA, 1974. 83m. C.
D.: John Carpenter P.: John Carpenter G.: John Carpenter & Dan O'Bannon I.: Brian Narelle, Cal Kuniholm, Dre Pahich, Dan O'Bannon F.: 1.85:1

Esta información resulta útil a la hora de visionar un film de las características que nos ocupa. No se trata de disculpar las evidentes limitaciones técnicas, pero también argumentales, del producto final (el cual inicialmente se proyectó como un mediometraje de 45 minutos, para alargarse posteriormente a una duración estándar gracias a la inversión de Jack H. Harris), sino de profundizar en el motor interno que mueve al film. Que le da vida. Así, Estrella Oscura, vista hoy en día, supone todo un testimonio de una época. Un doble testimonio, además: tanto por su forma, como por su fondo.
Tanto por su año de producción (el rodaje se inició en 1972) como por el entorno universitario en el que se gesta y desarrolla, Estrella Oscura supone un aporte más de unos tiempos cinematográficos (finales de los 60 a comienzos de los 70) que cambiaron el panorama fílmico americano. Las descoloridas imágenes, así como sus rudimentarios (pero eficaces) efectos especiales, se alinean en el terreno de Easy Rider. Buscando su destino, La noche de los muertos vivientes o La matanza de Texas. Agonizado el sistema de estudios que reinó en la etapa clásica del cine americano, el desarrollo de equipos más ligeros y económicos de rodaje, así como un ambiente general propicio, impulsó el que una serie de jóvenes pero entusiastas bárbaros se lanzaran a un coto hasta hace poco privado. Estrella Oscura, al igual que los títulos anteriormente citados, luce en sus planos un amor por el género que se traduce en un entusiasmo que se filtra al espectador a través de las deshilachadas costuras de tan irregular trabajo.
Pero el ambiente al que me refería en el párrafo anterior no queda restringido al exterior (es decir, detrás las cámaras), sino que empapa al propio film. El comienzo es significativo: el primer tripulante de la nave espacial "Dark Star" que conocemos es Talby, quien permanece todo el tiempo aislado en una angosta cabina de cristal, observando las estrellas. Por su mirada alucinada y su postura estática, diríamos que está en pleno colocón. Estrella Oscura no supone tanto una película de ciencia-ficción ambientada en el futuro, como la representación de un viaje ligérsico por parte de cuatro hippies (los tripulantes de la nave). A pesar del entorno electrónico de casero high-tech (lleno de botones y parpadeantes lucecitas de colores), el desarrollo del film está repleto de detalles anacrónicos que rompen la ambientación futurista: la caja de cerillas que utilizan para encender sus cigarrillos; el cuchitril en el que descansan, lleno de basura, con las paredes cubiertas de graffitis y páginas de revistas eróticas, más propio de una comuna que de una nave intergaláctica; la revista de comics de tono que lee uno de ellos.
Estrella Oscura no resulta tanto una parodia de la mítica 2001. Una odisea del espacio como el resultado de su propuesta estética. El alucinante viaje del austronauta Dave Bowman "más allá de las estrellas" (denominado en la versión original "the ultimate trip") supone el centro de partida de la película de Carpenter. Al igual que Bowman se introducía en el interior del misterioso monolito, Estrella Oscura pliega el tiempo y el espacio para apuntar al pasado (las trascendentales disquisiciones existenciales entre Doolittle y la bomba número 20 remiten a los angustiosos diálogos entre Bowman y HAL 9.000 en el film de Stanley Kubrick) a la vez que echar una mirada al futuro (los saltos al hiperespacio serán imitados por La guerra de las galaxias; la larga escena en la que Pinback, interpretado por Dan O'Bannon, se enfrenta a un extreterrestre con forma de pelota de playa con garras supone una versión primigenia del guión de Alien. El octavo pasajero, escrito por el propio O'Bannon). Estrella Oscura, en su rudimentaria modestia, acaba convirtiéndose en el hilarante punto de encuentro contracultural de los títulos más importantes de la ciencia-ficción moderna.
