viernes, 19 de agosto de 2011

Capitán América. El primer vengador

(Captain America. The First Avenger)
USA, 2011. 124m. C.
D.: Joel Johnston P.: Kevin Feige & Amir Madani G.: Christopher Marcus & Stephen McFeely, basado en los personajes creados por Joe Simon & Jack Kirby I.: Chris Evans, Hayley Atwell, Tommy Lee Jones, Hugo Weaving

La primera vez que vemos a Steve Rogers enfundado en su traje superheróico y siendo aclamado con el nombre de Capitán América no es en medio de un campo de batalla luchando contra las hordas de HYDRA (el brazo esotérico del Tercer Reich), sino como protagonista de un espectáculo musical cuyo objetivo es vender bonos del ejército a su entusiasmado (no siempre) público. Resulta sorprendente encontrarse en una película tan inofensiva y de cortas aspiraciones como es Capitán América. El primer vengador semejante apunte autocrítico: que el uniforme que viste Steve en estas cómicas escenas sea una reproducción exacta del diseñado para los comics originales, notablemente diferente al que después se mostrará como el oficial para combatir a sus enemigos, se nos aparece como un tímido mea culpa que viene a reflejar las escasas simpatías que la industria hollywoodiense siente por una material original que, no obstante, le está generando pingües beneficios.

Supone igualmente un detalle de personalidad de una película que parece querer luchar contra su propia condición de blockbuster prefabricado. Así, como si existiera un enlace psicosomático entre el film y su protagonista, Capitán América. El primer vengador se divide en dos partes, igual que la vida de Steve Rogers, existiendo un antes y un después de someterse al experimental suero creado para diseñar supersoldados.

Identificándose con el escuálido físico que luce Steve en los primeros minutos de metraje, Joel Johnston evita los lugares comunes del cine superheróico, como si no perteneciera a dicho género, de igual manera que Steve es la imagen opuesta de un superhéroe, siendo incapaz incluso de ganar una pelea en un callejón. De esta manera, el director de Rocketeer se ve libre para confeccionar una atmósfera retro, ensimismada y casi onírica, que potencia el tono romántico de un joven que siente latir un corazón patriótico y valiente encerrado en un saco de huesos destinado a servir de saco de boxeo de los gamberros. Esta vaporosa ambientación vintage adquiere un agradable aspecto steampunk en su combinación con los avanzados diseños tecnológicos de Howard Stark, desarrollando un elemento fantástico que ya aparece anunciado en el principio del film, con la búsqueda de Cráneo Rojo del poderoso Cubo Cósmico que recuerda a la atmósfera sobrenatural de En busca del arca perdida.

La transformación de Steve Rogers en un hiperbólico ejemplar de supersoldado sirve para recordarle a su director el (relativamente) abultado presupuesto del que dispone así como las aparatosas aspiraciones del producto final. Lo que viene a continuación consiste en un conjunto de escenas de acción que, presentadas en un paquete común, parecen desligadas del resto del metraje, como si Johnston quisiera deshacerse de un golpe un apartado que no le interesa. Lo que le interesa al realizador de Jumanji es el soldado, no el superhéroe, lo cual repercute en la ausencia del sentido de la maravilla necesario para enmarcar las hazañas legendarias que sirven de base para el nacimiento de un símbolo. El resultado de todo lo dicho se destapa en el enfrentamiento final entre el Capitán América y su némesis Cráneo Rojo, cuyo exiguo dramatismo desperdicia la posibilidad de retratar el combate entre dos seres extraordinarios producto de una ciencia cuyas aspiraciones parecen ser crear el cambo de batalla definitivo.

Cuando Steve despierta, después de permanecer casi setenta años en animación suspendida atrapado en el hielo, en una habitación de hospital que intenta recrear, de manera poco convincente, el ambiente de los años 40, Capitán América. El primer vengador parece enseñar sus subversivas intenciones ocultas. La huida del protagonista de esa falsa realidad se ve detenida para comunicarle que su destino no le pertenece. De esta menera, Capitán América. El primer vengador denuncia su impuesta condición de capítulo piloto, de mera convención de cara a ocupar su hueco en un gran proyecto titulado Los Vengadores. ¿Supondrá esta escasamente emocionante película el comienzo de una rebelión por parte de los superhéroes de la Marvel para reivindicar su individualidad?


4 comentarios:

Hogar De Cine dijo...

Aún no la he podido ver, y eso que llegó hace ya casi 2 Semanas a las Carteleras de mi País. Espero verla pronto, ya que de todas formas me la han recomendado.
Me hago seguidor de tu Blog, espero que tú también pases por el mío :)
Saludos,
hogardecine.blogspot.com

kenta dijo...

Spoilers!!! :)
Buena reseña. Has descrito bien lo que es la pelicula. Parece que habia que hacer la pelicula por cojones como antesala de los vengadores. La escena final me parece que está metida un poco con calzador.
Un saludo

Octavio B. (señor punch) dijo...

curioso, creo qeu llegamos a conclusiones muy parecidas, aunque yo casi no pisé las particularidades específicas de la peli. La ví hace días y se me borra muy rápidamente, pero sí veo ecos a Indi, y el espíritu "cross" tan afín a los comics Marvel instaurado en el cine(puede ser esta la mayor revolución cinematográfica que nos está dando todo el asunto Avengers).
Por cierto, las películas en blanco y negro dentro de este "Capi primer vengador" también tienen mucho que guiño a los seriales de los cuarenta, ¿verdad? Son pinceladas que están bien, aunqeu desde lego, esta peli no busca una deconstrucción, ni nada parecido a lo que Miller hizo con el personaje en "Daredevil, Born Again". Tampoco procedía, dado que es lo que es, una parte de algo mayor.

José M. García dijo...

Hogar de cine: gracias. Espero que, con todo, puedas disfrutar de la película y estaré atento a su blog.

Kenta: si lo dices por el último párrafo diría que es un spoiler relativo ya que el prólogo en el ártico y la estructura en flashback anuncian, al menos, "cuando" transcurrirá el final.

El problema con la secuencia final es que es la justificación para el resto de la película, de ahí que quede algo forzada.

Octavio B.: esa secuencia tiene bastante miga, no sólo lo que indicas en cuanto a la referencia al serial que se hizo en 1944, sino que, como me recordó un amigo, el propio personaje fue utilizado para vender bonos del ejército, al igual que ocurre en la película.

Y sí, lo del proyecto de Los Vengadores es algo inédito (seguro que DC se muere de ganas de hacer algo parecido con la JLA, pero con Batman tan a lo suyo, la serie de Wonder Woman cancelada y Superman en estado de coma lo tiene difícil) pero creo que, por buena que pueda ser la película de Joss Whedon no creo que vaya a merecer la pena para echar a perder unas licencias tan buenas que han sido reducidas a meros episodios pilotos sin entidad ni fuerza.

Un saludo a todos.