jueves, 30 de diciembre de 2010

Noche de paz, noche de muerte 2

(Silent Night, Deadly Night Part 2)
USA, 1987. 88m. C.
D.: Lee Harry P.: Lawrence Appelbaum G.: Lee Harry & Joseph H. Earle, basado en una idea de Lee Harry, Joseph H. Earle, Dennis Patterson & Lawrence Appelbaum, basado en los personajes creados por Michael Hickey & Paul Caimi I.: Eric Freeman, James Newman, Elizabeth Kaitan, Jean Miller F.: 1.85:1

Que Noche de paz, noche de muerte 2 invierta un tercio de su metraje en realizar un (muy) exhaustivo resumen de los acontecimientos narrados en la anterior entrega no es tanto un síntoma de descaro como de coherencia: la dilatación de los lugares comunes del slasher parece ser el objetivo prioritario de la serie de los Santa Claus asesinos. Si en la primera parte el típico prólogo en el que se cuenta los traumáticos acontecimientos que supondrán el punto de partida de los sanguinolientos sucesos posteriores se extendía hasta ocupar la mitad del metraje, aquí la recuperación de planos de Noche de paz, noche de muerte rivaliza en número con las nuevas imágenes rodadas ex profeso para esta segunda parte.

Y es que si hay algo que enlaza directamente Noche de paz, noche de muerte 2 con su inmediata antecesora no es tanto el continuar con el final abierto que la cerraba (cuya construcción geométrica entre el arma asesina y su futuro dueño seguramente arrancaría aplausos del mismísimo Stanley Kubrick) sino en la intención de dinamitar las expectativas del público. A pesar del título o de la portada, Noche de paz, noche de muerte 2 poco tiene que ver con la Navidad ni con la figura de un Papá Noel mortífero. Esta segunda parte supone una repetición de la estructura de Noche de paz, noche de muerte, contando la infancia y adolescencia de Ricky, el hermano de Billy, captando como, poco a poco, el pasado se va abriendo paso en su presente, trastornando su percepción de la realidad y dando salida a una tergiversadamente sangrienta concepción de la justicia.

Noche de paz, noche de muerte 2 es consecuencia del controvertido recibimiento que tuvo la primera parte, retirada de las salas a las dos semanas de su estreno debido a las protestas de la PTA, una asociación de padres y profesores que pusieron el grito en el cielo al ver mezclada en la pantalla el bondadoso ambiente de la Navidad con la lubricidad granguiñolesca propia del género de terror para adolescentes. Por tanto, a la hora de concebir esta continuación está claro que sus creadores quisieron evitar posibles dolores de cabeza limitando la aparición del Santa Claus asesino al clímax de la película, centrándose en la figura de Ricky en el resto del metraje, transformado en un Terminator bobalicón más cercano al asesino de masas que al de serie.

Esta perspectiva cauta, rayana en la auto-censura, no sólo es detectable en el escenario, sino que afecta al mismo motor y sentido de la película, quien se llega a negar a sí misma en el momento en el que se deshace de los elementos inherentes a su género (y que fueron explotados de manera harto generosa en la entrega anterior): los asesinatos resultan tan rutinarios como escasamente gráficos y la exhibición carnal brilla por su ausencia. Desprovista de su iconografía original, Noche de paz, noche de muerte 2 se queda en un film tan absurdo como ridículo, casi una parodia del subgénero, hasta el punto de que los propios creadores son conscientes del tono humorístico del film, como se puede comprobar en la inclusión de guiños autorreferenciales (Ricky lleva a su novia a un cine donde se proyecta una película de terror sobre un asesino que se viste de Papá Noel, ilustrada con imágenes de la original Noche de paz, noche de muerte. Cuando un espectador se burle del film despertará la ira de Ricky) y en el enfrentamiento entre un Santa Claus armado con un hacha y una monja en silla de ruedas provista de un cuchillo, en el que se puede considerar el conflicto teológico más psicotrónico de la historia del cine.

2 comentarios:

Txema SG dijo...

juas, que cutres por lo del resumen. Gracias por la reseña. Desconocía por completo su existencia.

Feliz año nuevo.

José M. García dijo...

Pues prepárese porque aún quedan 3 entregas más aunque, eso sí, le advierto que esta saga guarda un par de sorpresitas en su final.

Yo también le deseo a usted y a todos los lectores un Feliz año nuevo.

Un saludo a todos.