jueves, 12 de agosto de 2010

Origen

(Inception)
USA/UK, 2010. 148m. C.
D.: Christopher Nolan P.: Christopher Nolan & Emma Thompson G.: Christopher Nolan I.: Leonardo DiCaprio, Joseph Gordon-Levitt, Ellen Page, Tom Hardy F.: 2.35:1

Memoria. Culpa. Redención. Identidad. Estos términos son las bases sobre las que se asienta la filmografía del británico Christopher Nolan y que ha desarrollado desde sus inicios en el cine independiente de bajo presupuesto hasta su últimos acercamientos a las superproducciones espectáculo, convirtiéndose por el camino en uno de los más importantes (en cuanto a repercusión crítica y popularidad en la taquilla) autores del cine comercial hollywoodiense del momento. Origen puede considerarse tanto una condensación de sus películas precedentes como un punto y aparte en su carrera, como si aprovechase el fenomenal éxito de El Caballero Oscuro para realizar esa película definitiva que ha ido construyendo poco a poco, film a film.

Así, Origen tiene la forma de un greatest hits remasterizado (y, por tanto, perfeccionado) de films como Memento (los laberintos de la memoria sustituidos por las intrincadas capas de los sueños), Insomnio (el complejo de culpa como motivación del protagonista) o su ya mencionada segunda entrega de Batman (el caos como motor narrativo). Si el cine de Nolan se caracteriza por sus inquietudes intelectuales (estamos hablando casi de un cine de tesis: sus películas siempre tienen un mensaje que transmitir) no es menos importante el aparato audiovisual con el que contagiar a su público a un nivel sensorial: si en Memento e Insomnio conseguía infectar al espectador con la misma enfermedad que padecían sus torturados protagonistas, en Origen el territorio de los sueños en el que nos movemos le sirve tanto para realizar una reflexión sobre su propia condición de creador como desarrollar un fascinante discurso sobre el tempo cinematográfico.

Para Nolan, el sueño es un mapa que se puede cartografiar y sobre el que se puede construir si uno es consciente de las condiciones maleables del entorno que nos rodea. Un territorio líquido y en perpétuo estado de cambio sobre el que el Arquitecto (versión moderna y high-tech de la figura clásica del Arenero) levanta un universo propio utilizando el subconsciente como materia prima. Una idea análoga a la figura del propio Nolan, capaz de crear mundos basados en nuestra realidad pero regido por sus propias leyes y que funciona como reflejo magnificado de los propios espectadores. Durante su hiperbólico climax final Nolan llega a combinar hasta cuatro estadios de percepción diferentes (aunque complementarios) -que se multiplican si contamos el formato en flashback de todo el film- concibiendo el mundo de los sueños como un conjunto de cajas chinas cuya relatividad temporal obliga al espectador a contínuos cálculos matemáticos para situarse. Un terreno regido por una lógica surrealista (sí esto es posible) que aporta imágenes tan subyugantes como una ciudad que se pliega sobre sí misma, los ingrávidos enfrentamientos en los pasillos de un hotel de lujo o la caída de una furgoneta por un puente que dura 45 minutos.

Película hipnótica y excesiva, unas veces visionaria y otras víctima de su propia grandilocuencia, el acercamiento de Christopher Nolan a la filosofía del blockbuster no deja de ser contradictorio: por un lado, la mera existencia de un film como Origen dentro del circuito comercial americano, con su laberíntica trama y su (aparente) complejidad estructural, supone todo un golpe de aire fresco en un panorama cuyas superproducciones tienden a menospreciar tanto la capacidad de asimilación como de comprensión del espectador. En suma, Origen, con su extraordinario rendimiento en taquilla, demuestra la existencia de un público inteligente para este millonario mercado. Pero, por otro, Nolan no parece confiar en exceso en esa inteligencia, preocupándose de marcar contínuamente el camino y de dejar las reglas bien claras a base de subrayados (de hecho, la primera hora de la película funciona como un extenso tutorial con el que prepararnos para entender la acumulación de acciones del resto del metraje). En este sentido también funciona la utilización de mcguffins como el trauma del personaje de DiCaprio (y que recuerda a la reciente Shutter Island) o la operación contrarreloj que reinventa el concepto de espionaje industrial (adquiriendo la forma de una Misión imposible onírica). Pero el espectador se olvida de estos (y otros) posibles defectos y, ante la aparición de los créditos finales, sólo puede pensar que ha visto un film puede que no perfecto, pero sí importante.


8 comentarios:

kenta dijo...

Tenía ganas de que vieras esta peli para ver tu opinión. Pensé que la ibas a dar más caña, porque como has dicho tiene sus fallos y está lejos de ser perfecta.

A mi me ha encantado. La película va ganando en intensidad a medida que avanza. Tanto, que como me pasó con El caballero oscuro, hecho de menos una pausa para poder asimilar lo que voy viendo.
La ultima hora es una pasada: 4 historias paralelas contadas con un tempo y una exquisited, que hace que ni pestañees.
Grande Nolan.

kenta

Stranno dijo...

A mí me resultó una copia de Matrix, ni más ni menos. Diferente mecánica en un mundo virtual que aquí te lo venden como el subconsciente pero que en realidad acaba reduciéndose a un artefacto literario para poder meter giros imposibles, ralentizaciones made-in-matrix, tiroteos espectaculares y toda clase de efectos visuales

Y es que comienza igual, al igual que Matrix no sabes muy bien lo que es el mundo virtual, el sueño, y te lo van destripando pormenorizadamente para que el más despistado lo entienda. Coincido en que se empeñan constantemente en explicarlo cuando hacía rato que ya había quedado claro cómo funcionaba

Tiene sus puntos espectaculares, la explosión de el primer decorado (me recuerda a un anuncio de televisión, no recuerdo de qué), cuando las calles se doblan, el follón de la furgoneta y cosas así; pero sinceramente esperaba efectos gráficos más logrados, cualquier película de poca monta (aunque exageradamente cara) como Transformers 2 muestra un elenco de efectos que ya quisiera esta película

Lo que menos me gustó es esa manía de crear "sello de autor" dejando finales abiertos, al final la peonza no se sabe si para o no, eso me parece una chapuza total, como si una película con un final claramente cerrado tuviera necesidad de ello

Aprovecharan para una segunda parte, seguramente

kenta dijo...

Yo no le di mucha importancia al final. Es un poco tocapelotas eso sí. Pero no me encaja que no llegara a caer la peonza. Me parece algo anecdótico sin más.
Lo de segunda parte, lo descartocompletamente. A no ser que la saque Asylum :)

el cautivo dijo...

Yo de esta película destaco por encima de todo la claridad. O sea, se ha creado una percepción de que Inception es una película difícil y complicada. Pues no, es una película compleja pero Nolan se lo monta para que, a pesar de estar viendo cuatro tempos narrativos diferentes (tanto en lugar como en tiempo) en ningún momento uno acabe perdido si mantiene una mínima atención (considerar un logro que el espectador de una peli de acción/ciencia ficción tenga que estar atento durante todo el metraje no deja en muy buena posición al espectador, es verdad)
Y luego, una marca de fábrica de Nolan es que todos sus personanjes tienen una profundidad psicológica, especialmente un sentimiento de culpa, que los hacen mucho más atractivos y tridimensionales que los arquetípicos protagonistas de cualquier blockbuster que a fin de cuenta es lo que es (sin ánimo peyorativo)
La película tiene errores: seguramente se hace un pelín larga, los momentos del pliegue de la ciudad o la lucha entre paredes parecen más de cara a la galería que necesarios, y siendo una película incrustada en los sueños quizás debería haber una realidad más onírica en lugar de los sueños que se circunscribe a la temática y puesta de escena clásica de Nolan (que vaya sueños aburridos tiene la gente) pero en sí es una película notable que consigue ser divertida, espectacular y entretenida sin por ello tener que insultar la inteligencia del espectador.
PD: ¿tu película preferida de Nolan?

José M. García dijo...

En primer lugar, un saludo a todos. Al ataque:

VICTOR
¡Hombre, sr. Kenta! La última hora de ORIGEN reinventa el concepto de climax final llevándolo a unos límites de espectacularidad casi inéditos. Por cierto, las escenas en la nieve ¿no te recordaron un poco a MODERN WARFARE? Sobre todo cuando el personaje de DiCaprio empieza a disparar en modo boot.

ÁNGEL
No creo que sea una copia de MATRIX, más bien está influenciada por todo el material en el que se basó la película de los Wachowski.

Los FX los veo impecables y es cierto que la peli es demasiado explicativa, pero también hay que tener en cuenta que estamos hablando de un blockbuster de 200 millones de dólares y bastante mérito tiene hacer algo así.

Yo el final lo veo bien. Precisamente la gracia está en su ambigüedad y, hombre, toda la película lleva sello de autor (para bien y para mal).

Al igual que Víctor, dudo mucho que haya segunda parte.

EL CAUTIVO
Los defectos son claros: ORIGEN es un monumental castillo de naipes que se cae con la mínima brisa analítica. Las bases sobre las que Nolan asienta la propuesta son muy débiles. Parece que se esté inventando las reglas sobre la marcha y el guión está lleno de agujeros. Además, el climax final, con toda su espectacularidad, resulta excesivo. Pero, por otro lado, resulta un espectáculo sensorial apabullante, intenso y febril. Yo estuve con la boca abierta tres cuartas partes de la peli.

La pelea en el pasillo me pareció maravillosa. ORIGEN demuestra la importancia de una buena puesta en escena para sacar partido a los FX. Me perdonarán sus fans, pero me parece muy superior en todos los sentidos a MATRIX, con la que tanto se ha comparado (no sin cierta razón).

Quisiera aprovechar para destacar la grandiosa banda sonora de Hans Zimmer, intensa y épica, que no he podido parar de escuchar en todo el fin de semana.

PD.: Pues tengo pensado repasar toda la carrera de Nolan en el blog, así que estáte atento.

kenta dijo...

Int, sí que me recordó al MW2 y ya encima con la banda sonora de Hanz Zimmer, imagínate.

Estaremos atentos a las nuevas publicaciones.

Un saludo

kenta dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=k4dDQso-Yss&feature=youtube_gdata

José M. García dijo...

Pues un poco sí que se parece. A la salida del cine el sr. Olahf y yo comentamos el parecido de la BSO con la que Zimmer hizo para EL CABALLERO OSCURO. Algo lógico, por otro lado. Lo que me sorprende es la madurez a la que está llegando Zimmer capaz de combinar obras comerciales que no están reñidas con la radicalidad y la personalidad.

Yo no puedo dejar de escuchar esto:

http://www.youtube.com/watch?v=imamcajBEJs