domingo, 21 de febrero de 2010

Final Fantasy VII: Advent Children

(Final Fantasy VII: Advent Children) Japón, 2005. 101m. C.
D.: Tetsuya Nomura & Takeshi Nozue
I.: Takahiro Sakurai, Ayumi Ito, Shotaro Morikubo, Maaya Sakamoto

No sabemos si Tetsuya Nomura goza de la habilidad de la clarividencia, pero cuando en 1997 decidió (junto a Hironobu Sakaguchi) cerrar Final Fantasy VII con un final tan abierto, en el que quedaban múltiples preguntas sin responder (entre ellas, ¿qué había sido de nuestros héroes?), nos da la impresión que ya estaba preparando el terreno para lo que ocho años más tarde sería Final Fantasy VII: Advent Children, la continuación directa del juego, que nos relata qué fue de la vida de Cloud, Tifa y demás tras el enfrentamiento con Sephirot, en su intento por salvar la vida del planeta de las garras de la maléfica entidad extraterrestre conocida como JENOVA.

¿Por qué de tantas entregas, trece hasta el momento, tiene la séptima el honor de contar con una adaptación cinematográfica tan lujosa como la que nos ocupa? La respuesta es clara: además de ser el primer título para la consola de Sony PlayStation (y de contar por primera vez con gráficos en 3D, además de una narración cinematográfica), Final Fantasy VII supuso la consolidación del JRPG (juegos de rol japoneses) en el mercado occidental. Muchos fueron los que, por primera vez, se adentraron en este tipo de juegos a través de este título. Pero además, el juego hacía gala de un guión confuso y complicado (que no complejo: la confusión provenía no tanto de lo que se contaba, sino de la intrincada y laberíntica manera de hacerlo) que ha dado como resultado que los fans hayan llenado Internet de cientos de teorías e hipótesis. Tras el fracaso de taquilla de Final Fantasy. La fuerza interior, resulta lógico que el siguente paso cinematográfico de Square-Enix fuera responder a las peticiones de sus seguidores y darles lo que querían: ver a Cloud y a Sephirot enfrentándose de nuevo.

Y es que Final Fantasy VII: Advent Children no ha de verse (ni juzgarse) por lo que aparentemente es, una propuesta cinematográfica, sino por lo que realmente es: un aparotoso fan-service. Un regalo para los cientos de seguidores del juego original quienes aplaudirán y sonreirán antes el catálogo de guiños y referencias que, en suma, es el film. Final Fantasy VII: Advent Children comienza con las mismas imágenes que clausuraban el juego para, a continuación, presentar un atropellado resumen de la historia original cuyo objetivo no es servir de guía de los neófitos, sino de recuerdo para los seguidores. El camino de la referencialidad es el único posible para disfrutar de la película y es en este terreno donde encontramos sus mayores logros: el peso de la pérdida de Aerith ha llevado a Cloud a una vida solitaria, marcada por la culpa, una idea bien planteada y que es uno de los pocos elementos dramáticos que funcionan; el reencuentro de Tifa con sus antiguos compañeros de batalla tiene el poder nostálgico de recuperar esa camaradería con la que vivimos una aventura épica; el enfrentamiento con la invocación Bahamut nos recuerda la emoción de los enfrentamientos más vibrantes del juego. En este sentido también funciona la banda sonora de Nobuo Uematsu, quien recupera los temas más míticos de su partitura original (y que están muy por encima de los anódinos nuevos temas). El resto no es más que un espectáculo cuya meta es dejar anonadado al espectador con las posibilidades de las más avanzadas técnicas de la animación tridimensional: cada escena, cada plano, supone un más difícil todavía, un agotador catálogo de acción non-stop. Es posible que nos preguntemos si para este resultado hacía falta hacer este viaje, pero la respuesta nos la da la propia Tifa cuando le dice a Cloud que son víctimas de los recuerdos. Una excusa que le permite a Square-Enix seguir explotando el filón de Final Fantasy VII (Dirge of Cerberus, para PlayStation 2, Crisis Core para PSP, Before Crisis para teléfonos móviles, el OVA Last Order y lo que tenga que venir).


3 comentarios:

Stranno dijo...

¿Cómo no avisas que tienes blog? ¬_¬

Aquello de "no abriré ninguno más" -algo así-, ¿donde quedó? xD

Yo creo que FFVII, destacando como uno de los pilares de la saga, no tiene un buen soporte argumental, además de contar con numerosos vacíos en su guión, no solo al final

FFX es mucho más "película" que cualquier otro FF anterior, en parte debido a su linealidad y la inclusión, maravillosa, de las voces en los personajes; de ese sí se podría haber sacado una buena película

Personalmente no me gustó el guión de Advent Children pero solo por la cuidadísima animación de los personajes le daría 4 estrellas, es una demo técnica de como hacer magia con gráficos generados por ordenador. La batalla entre C y S posiblemente sea la mejor que he visto en este tipo de animación

Aunque "La fuerza interior" me parece bastante más sorprendente en cuanto a revolución gráfica

José M. García dijo...

El problema de FFVII no son los agujeros del guión sino que los hechos están narrados de manera caótica: nunca entenderé cómo vídeos tan importantes como el que nos cuenta el cómo llegó Cloud a Midgar no están en incluidos en la quest principal sino que lo tienes que "encontrar" tú. O todo lo relacionado con Vincent, que si no lo desbloqueas te quedas sin información importante.

El FFX me parece que es el que tiene el mejor ritmo y la historia más fluída de todos, debido en gran parte a la linealidad. Pero es muy posible que el FFXIII lo supere en este sentido.

A mi la pelea entre Cloud y Sephirot en FVII:AC me abure, como casi todas las escenas de acción del film.

Un saludo!

Tifa dijo...

Hola, ¿Qué tal estás?

¿Quieres unirte a nuestro clan de Final Fantasy?
Sólo ingresa anuestro fotolog principal: http://www.fotolog.com/clan_lifestream
Luego de leer las normas, selecciona tu personaje de FF y diviertete! :)
que tengas un buen día! ^^
Un saludo.

Clan_Lifestream