miércoles, 27 de abril de 2011

Estrella Oscura

(Dark Star)
USA, 1974. 83m. C.
D.: John Carpenter P.: John Carpenter G.: John Carpenter & Dan O'Bannon I.: Brian Narelle, Cal Kuniholm, Dre Pahich, Dan O'Bannon F.: 1.85:1

Lo primero que llama la atención de la divertida ópera prima de John Carpenter no es su ambientación espacial (que su director no volverá a repetir, pues sus siguientes incursiones en la ciencia-ficción serán más, digamos, terrenales, escorándose a menudo al cine de terror) ni el tono paródico del conjunto, sino su forma: Estrella Oscura es el único título de la carrera del director de Starman que no luce el rectangular formato scope tan querido por él (si obviamos, por supuesto, sus trabajos para la televisión). Un detalle que pone en evidencia el carácter amateur del film, rodado por Carpenter en su etapa estudiantil y cuyo presupuesto alcanzaría los 60.000 dólares.

Esta información resulta útil a la hora de visionar un film de las características que nos ocupa. No se trata de disculpar las evidentes limitaciones técnicas, pero también argumentales, del producto final (el cual inicialmente se proyectó como un mediometraje de 45 minutos, para alargarse posteriormente a una duración estándar gracias a la inversión de Jack H. Harris), sino de profundizar en el motor interno que mueve al film. Que le da vida. Así, Estrella Oscura, vista hoy en día, supone todo un testimonio de una época. Un doble testimonio, además: tanto por su forma, como por su fondo.

Tanto por su año de producción (el rodaje se inició en 1972) como por el entorno universitario en el que se gesta y desarrolla, Estrella Oscura supone un aporte más de unos tiempos cinematográficos (finales de los 60 a comienzos de los 70) que cambiaron el panorama fílmico americano. Las descoloridas imágenes, así como sus rudimentarios (pero eficaces) efectos especiales, se alinean en el terreno de Easy Rider. Buscando su destino, La noche de los muertos vivientes o La matanza de Texas. Agonizado el sistema de estudios que reinó en la etapa clásica del cine americano, el desarrollo de equipos más ligeros y económicos de rodaje, así como un ambiente general propicio, impulsó el que una serie de jóvenes pero entusiastas bárbaros se lanzaran a un coto hasta hace poco privado. Estrella Oscura, al igual que los títulos anteriormente citados, luce en sus planos un amor por el género que se traduce en un entusiasmo que se filtra al espectador a través de las deshilachadas costuras de tan irregular trabajo.

Pero el ambiente al que me refería en el párrafo anterior no queda restringido al exterior (es decir, detrás las cámaras), sino que empapa al propio film. El comienzo es significativo: el primer tripulante de la nave espacial "Dark Star" que conocemos es Talby, quien permanece todo el tiempo aislado en una angosta cabina de cristal, observando las estrellas. Por su mirada alucinada y su postura estática, diríamos que está en pleno colocón. Estrella Oscura no supone tanto una película de ciencia-ficción ambientada en el futuro, como la representación de un viaje ligérsico por parte de cuatro hippies (los tripulantes de la nave). A pesar del entorno electrónico de casero high-tech (lleno de botones y parpadeantes lucecitas de colores), el desarrollo del film está repleto de detalles anacrónicos que rompen la ambientación futurista: la caja de cerillas que utilizan para encender sus cigarrillos; el cuchitril en el que descansan, lleno de basura, con las paredes cubiertas de graffitis y páginas de revistas eróticas, más propio de una comuna que de una nave intergaláctica; la revista de comics de tono que lee uno de ellos.

Estrella Oscura no resulta tanto una parodia de la mítica 2001. Una odisea del espacio como el resultado de su propuesta estética. El alucinante viaje del austronauta Dave Bowman "más allá de las estrellas" (denominado en la versión original "the ultimate trip") supone el centro de partida de la película de Carpenter. Al igual que Bowman se introducía en el interior del misterioso monolito, Estrella Oscura pliega el tiempo y el espacio para apuntar al pasado (las trascendentales disquisiciones existenciales entre Doolittle y la bomba número 20 remiten a los angustiosos diálogos entre Bowman y HAL 9.000 en el film de Stanley Kubrick) a la vez que echar una mirada al futuro (los saltos al hiperespacio serán imitados por La guerra de las galaxias; la larga escena en la que Pinback, interpretado por Dan O'Bannon, se enfrenta a un extreterrestre con forma de pelota de playa con garras supone una versión primigenia del guión de Alien. El octavo pasajero, escrito por el propio O'Bannon). Estrella Oscura, en su rudimentaria modestia, acaba convirtiéndose en el hilarante punto de encuentro contracultural de los títulos más importantes de la ciencia-ficción moderna.


7 comentarios:

Lord_Pengallan dijo...

Esta peli la vi hace poco y para lo que es esta bastante bien. Muy bien resuelta para los pocos medios que tenía y su amateurismo. A mi lo que más me gusta de ella es el hacinamiento. Los pjs siempre estan uno encima de otro, se comprende que uno prefiere estar en la campana de cristal. En fin, pocas pelis de CF han capturado tan bien lo que es el hacinamiento y el tedio de ver siempre los mismos caretos.

José M. García dijo...

A pesar de la tosquedad del conjunto, Carpenter demuestra que lleva el cine en la sangre, sacando mucho partido de lo escaso.

Como curiosidad, decir que creo que esta peli es más del desaparecido O'Bannon que de Carpenter. El futuro escritor de Alien se encarga del guión (junto a Carpenter), la producción, el montaje, el diseño de producción, los efectos especiales e, incluso, sale como actor.

Txema SG dijo...

Me encantaba esta película de niño! gracias por recordarmela, que no sabía ni el título, pero al ver la foto y leer la reseña.

Tampoco sabía quera de maese Carpenter...ains que vago suelo ser para buscar las filmografías de los directores que más me gustan

saludos.

José M. García dijo...

Me alegro ver que no le faltan admiradores a la que posiblemente sea la película más desconocida de Carpenter.

Y no creas, Yota, a veces esa mirada inocente, y casi anárquica, es más beneficiosa de lo que parece: es una manera de ahuyentar los prejuicios y valorar la película por sí misma y no por de quien es.

Octavio B. (señor punch) dijo...

coño, un comentario perdido. Y largo.
Bueno, resumo : totalmente de acuerdo: amateurismo noble (con ganas, honrado) como bisagra de un antes y un después dentro del género.
Y claro, experiencia muy friki, o muy "de estudioso". creo que el acercamiento sin contexto, sin humor, sin conocer de uqé hablamos, no debería hacerse nunca.

Iñaki dijo...

A mi ESTRELLA OSCURA me encanta. La ví de crío en tv y quedé fascinado por la pelota playalien y el final surfista sideral. Hará unos años la volví a ver en la Filmoteca en Doré con un amigo y el público estalló en aplausos al acabar la proyección.

No solo es divertidísima y asombrosamente bien aprovechada en su premisa y puesta en escena, sino que su propio análisis revela una inteligencia cinematográfica fuera de lo común para un primerizo.

Una recomendación de lo más saludable para amantes de la SCI-FI y/o de Carpenter.

Excelente comentario como de costumbre.

Saludos en paralelo.

José M. García dijo...

OCTAVIO B.:estoy de acuerdo en que es importante situar a las películas en su contexto, así como ser conscientes de los objetivos y perspectivas del film para valorarlo justamente. Pero también veo beneficiosa una, digamos, inocencia ingenua que, me temo, inevitablemente se pierde cuanto más profundiza uno. Supongo que es el precio que hay que pagar.

IÑAKI:he de reconocer que yo iba con miedo pues cuando uno ha visto la gran parte de la filmografía de un autor (y, por tanto, sus obras mayores) puede ser duro acercarse a sus films primerizos.

Nosotros no aplaudimos, pero una vez finalizada la película servidor y mi compañero de sesión, el señor Fer, no pudimos evitar rememorar entre risas los highlights del film. Mi preferido: el vídeo-diario de O'Bannon.