USA, 1985. 116m. C.
D.: Robert Zemeckis P.: Neil Canton & Bob Gale G.: Robert Zemeckis & Bob Gale I.: Michael J. Fox, Christopher LLoyd, Lea Thompson, Crispin Glover F.: 1.85:1
Quizás habría que meter al propio Robert Zemeckis en una máquina del tiempo y colocarle de nuevo en los 80, una época en la que se convirtió en un nombre indispensable dentro de la industria cinematográfica mas comercial, demostrando película a película que el entretenimiento puro no estaba reñido con las inquietudes artísticas de un creador (como ya había demostrado su maestro, Steven Spielberg). Ejemplo paradigmático del honesto artesano (sin ánimo peyorativo, más bien al contrario) que un día siente la necesidad de ser reconocido como un autor con todas las de la ley, Zemeckis orientó su carrera en una búsqueda de la trascendencia y el reconocimiento que comenzó con Forrest Gump y que ha terminado como esteta tecnófilo de las posibilidades de la animación digital. Echando la vista atrás (sin ira, pero sí con la tristeza de lo irrecuperable), Regreso al futuro aparece como quizás su obra más redonda y también la más representativa de la visión de Zemeckis del cine de entretenimiento.
Dentro de la vasta filmografía acerca de los viajes en el tiempo, pocas películas pueden presumir de utilizar con tanto tino (y casi agotándolas) las posibilidades de los saltos temporales (y si hay alguna, esa sería su propia secuela). Las paradojas temporales que surgen en el momento en el que el protagonista interactúa con el pasado (el joven Marty McFly se interpone en el romance de sus padres adolescentes hasta el punto que su madre acaba enamorándose de él, lo que pone en peligro su propia existencia) o una serie de guiños irónicos debido a las acciones del protagonista que tienen consecuencia en nuestro propio presente (como el hecho de que marty sea el creador del rock'n'roll moderno). A esto hay que sumarle el discuro que plantea acerca de la evitabilidad (o no) del destino o la posibilidad del ser humano de construir su propio camino vital utilizando como motor y combustible la confianza en sus propias habilidades. Todos estos elementos conforman un discurso metafísico (y en el que no faltan apuntes algo oscuros como las referencia al incesto) que Zemeckis y Bob Gale mantienen en un eficaz segundo plano, filtrándolo a través de una estructura reminiscente de la comedia juvenil y contínuas referencias a la ciencia-ficción heredada de los entrañables bolsilibros (en esto, recuerda al acercamiento postmoderno que el propio Splielberg realizó a la literatura pulp y los seriales de aventuras en su mítica En busca del arca perdida).
Regreso al futuro está sólidamente asentada en un guión escrito con milimétrica precisión y que propone una serie de reflejos entre el pasado y el presente (o el futuro, según desde que perspectiva se mire), como si los acontecimientos se repitiesen una y otra vez en el contínuo espaciotemporal, sólo alterados por las acciones de sus protagonistas: Marty es rechazado para tocar con su banda en el baile de fin de curso de su instituto, pero acabará tocando en el de sus propios padres; utilizando su habilidad con el monopatín para desplazarse por la ciudad e inventando casi el vehículo cuando huye de Biff y sus esbirros; los discursos moralizantes de su madre que le tendrá que repetir él mismo cuando descubra la lubricidad controlada de la que hace gala ella en su juventud. Un guión complejo y trabajado pero que Zemeckis pone en escena con una energía y un ritmo que ocultan dichas complejidades, aparentando una película tan directa que da la impresión de ser mas simple de lo que en realidad es.
Pero creo que estos tres largos párrafo se pueden resumir en una frase a la hora de indicar las claves del éxito de Regreso al futuro: por muchas veces que vea la película (y, a estas alturas, ya van unas cuantas) sigo poniéndome nervioso en el espectacular climax final, pensando que Marty McFly no lo va a lograr y se va a quedar encerrado para siempre en el pasado. Eso es magia.
Dentro de la vasta filmografía acerca de los viajes en el tiempo, pocas películas pueden presumir de utilizar con tanto tino (y casi agotándolas) las posibilidades de los saltos temporales (y si hay alguna, esa sería su propia secuela). Las paradojas temporales que surgen en el momento en el que el protagonista interactúa con el pasado (el joven Marty McFly se interpone en el romance de sus padres adolescentes hasta el punto que su madre acaba enamorándose de él, lo que pone en peligro su propia existencia) o una serie de guiños irónicos debido a las acciones del protagonista que tienen consecuencia en nuestro propio presente (como el hecho de que marty sea el creador del rock'n'roll moderno). A esto hay que sumarle el discuro que plantea acerca de la evitabilidad (o no) del destino o la posibilidad del ser humano de construir su propio camino vital utilizando como motor y combustible la confianza en sus propias habilidades. Todos estos elementos conforman un discurso metafísico (y en el que no faltan apuntes algo oscuros como las referencia al incesto) que Zemeckis y Bob Gale mantienen en un eficaz segundo plano, filtrándolo a través de una estructura reminiscente de la comedia juvenil y contínuas referencias a la ciencia-ficción heredada de los entrañables bolsilibros (en esto, recuerda al acercamiento postmoderno que el propio Splielberg realizó a la literatura pulp y los seriales de aventuras en su mítica En busca del arca perdida).
Regreso al futuro está sólidamente asentada en un guión escrito con milimétrica precisión y que propone una serie de reflejos entre el pasado y el presente (o el futuro, según desde que perspectiva se mire), como si los acontecimientos se repitiesen una y otra vez en el contínuo espaciotemporal, sólo alterados por las acciones de sus protagonistas: Marty es rechazado para tocar con su banda en el baile de fin de curso de su instituto, pero acabará tocando en el de sus propios padres; utilizando su habilidad con el monopatín para desplazarse por la ciudad e inventando casi el vehículo cuando huye de Biff y sus esbirros; los discursos moralizantes de su madre que le tendrá que repetir él mismo cuando descubra la lubricidad controlada de la que hace gala ella en su juventud. Un guión complejo y trabajado pero que Zemeckis pone en escena con una energía y un ritmo que ocultan dichas complejidades, aparentando una película tan directa que da la impresión de ser mas simple de lo que en realidad es.
Pero creo que estos tres largos párrafo se pueden resumir en una frase a la hora de indicar las claves del éxito de Regreso al futuro: por muchas veces que vea la película (y, a estas alturas, ya van unas cuantas) sigo poniéndome nervioso en el espectacular climax final, pensando que Marty McFly no lo va a lograr y se va a quedar encerrado para siempre en el pasado. Eso es magia.
10 comentarios:
Para mí esta película es un clasico. Supongo que la palabra es muy fuerte, porque no se suelen pensar en películas de los ochenta cuando se habla de clásicos, pero sinceramente me parece una comedia clásica de enredos disfrazada de película de ciencia ficción, y la cosa funciona en ambos conceptos: desde las múltiples ironías en los diálogos, hasta las rebuscadas paradojas temporales que provoca el viajero en el tiempo. Pero a la vez todo explicado con una sencillez (que da aparencia de simplismo, cuando se trata de todo lo contrario) que colocaba a Zemeckis en la cabeza del cine comercial (¡que daño le hizo un oscar a este hombre!)
Y una lanza a favor de Michael J. Fox, que para mi gusto hace un papel excepcional. Es imposible imaginarse a otro Marty Mc Fly y todos sus tics nerviosos, que no son pocos, aportan mucho al personaje. Vale que no tenga más registros, pero en este es perfecto.
Pd: como curiosidad el mes pasado llegamos al futuro. O aclarando, me mandaron un mensaje donde recordaba que el 6 de julio del 2010, fue la fecha en la que Marty viajo al futuro.
Se suele utilizar el término "clásico moderno" (por contradictorio que suene) para designar aquellas películas importantes creadas a partir de los 60. Y, desde luego, que ésta sería una.
No sé si sabías que inicialmente Eric Stoltz fue elegido para ser Marty McFly y, de hecho, se rodaron unas cuantas semanas con él. Hay por internet imágenes con él. Fox está genial, pero yo siento debilidad por ese extrañísimo actor de carácter que es Crispin Glover (inolvidable su Hombre Delgado de LOS ÁNGELES DE CHARLIE).
PD.: por lo que sé, la imagen que se vió estaba trucada, ya que, en realidad, Marty viaja al 2015. Pero tampoco estoy seguro.
Int, sigo tu blog con asiduidad aunque nunca he comentado. Casi siempre coincido con tus opiniones de las películas que he visto. De las que no he visto y me interesan ver no suelo leer porque a veces spoileas un poco ;). Lo que quería comentar es que me ha dolido que no halla puesto 5 estrellas a regreso al futuro xD. Por lo demás sigue así y no abandones el blog. Un saludo
Le doy oficialmente la bienvenida y gracias por sus palabras.
Intento evitar los spoilers, por supuesto, pero a veces uno antepone la calidad del análisis. De todas formas, nunca destripo nada importante o crucial.
En cuanto a la puntuación, buff, es más complicado. Resumiendo rápido y (algo) mal: del 1 al 4 suelo puntuar la calidad de la película. el 0 y el 5 son notas especiales en las cuales a la calidad se le suma un plus que entra en el terreno de lo personal.
Está claro que REGRESO AL FUTURO es una película que me encanta, pero quizás le falte ese toque que diferencia las películas excelentes de las obras maestras.
Un saludo.
¿Qué pasa Doc? ¿Nos volvemos Gilipollas o algo así?
Genial, el mejor final de la historia del cine. XD
Lo gracioso es que Marty no andaba muy desencaminado si tenemos en cuenta como es su familia en la 2ª parte.
Luego está el tema de las secuelas. Regreso al futuro se pone como ejemplo de secuelas que no pierden el nivel... yo disiento. Aunque no sé si habrá análisis de toda la saga, así que mejor no sigo.
Pues en teoría (que estas cosas nunca se saben) sí repasaré la saga entera, que es cortita. Así que, aunque me envenene, voy a morderme la lengua sobre mi opinión por ahora (¡Ay!)
Me la acabo de ver. No recuerdo cuando fue la última vez.
De acuerdo con lo que dices. El trabajo de todos es estupendo en cuanto eficacia y funcionalidad. Directo al grano pero sin ser simple ni incoherente.
A mi la peli ya no me encandila e incluso me parece un pelín larga. Pero el final con varios clímax me parece una obra maestra en cuanto a concepción. Pero lo mejor es el subtexto subyacente al ser muy subversivo y crítico. Ese universo cerrado que es la típica ciudad de provincias estadounidense, la política no cambia, la represión sexual de los 50... Muy interesante.
Lo mejor es la tensión de no querer interferir en el pasado para no torcer el futuro pero luego hacerlo a mansalva. Me gusta su mensaje: si no te gusta tu presente vete al pasado y cambialo! Un viaje del héroe muy original pero a la vez muy clásico. Por eso la peli no ha envejecido, lo malo es que nosotros sí.
Yo he envejecido, pero para mí ver "Regreso al futuro" es como subirme al De Lorean: me lleva directamente a cuando la vi por primera vez: no falla, cada vez que la veo, me pongo nerviosísimo al final, siempre piendo que no va a llegar a tiempo.
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